Las vistas desde la terraza son absolutamente impresionantes, especialmente al atardecer, y hacen que valga la pena cada momento pasado en el hotel.

La cena en el restaurante fue bastante lenta y, aunque el lugar era hermoso, esto afectó un poco nuestra experiencia.

Sin tonterías, aquí va la verdad

La arquitectura es una obra maestra que impresiona desde el primer momento. Las vistas son espectaculares, especialmente al atardecer. No obstante, la cena que tomamos fue excesivamente lenta y el mobiliario podría mejorar. Sin duda, una estancia en un lugar especial pero con matices a ajustar.

La vista es increíble, pero el servicio es totalmente deficiente. Me hicieron esperar casi una hora para que me entregaran la habitación. Y cuando pedí una solución, el personal fue grosero y culpable, como si yo fuera la causa de sus problemas. Esperaba al menos un detalle por las molestias, pero nada. Decepcionante.

Las vistas son impresionantes, especialmente al atardecer. La atención del personal es bastante buena, siempre te ayudan con los detalles y hacen que te sientas bienvenido. El desayuno tiene variedad con opciones frescas de pan y frutas.

La limpieza en algunas áreas comunes podría mejorar. A veces el servicio en el restaurante tiene demoras que pueden ser frustrantes.

La vista al mar es realmente especial, y la limpieza dejó que desear.

experiencia mágica con detalles a mejorar

La arquitectura del hotel es impresionante, como si estuviéramos dentro de una obra de arte. Además, ver el atardecer desde nuestra habitación fue un momento inolvidable que siempre recordaremos. También, la paz y tranquilidad en el entorno fueron perfectas para relajarse.

El servicio en el restaurante fue bastante lento, lo cual fue decepcionante.

las vistas desde la terraza son increibles al atardecer. el servicio es limitado y lento.

El hotel tiene una arquitectura impresionante, es una verdadera obra de arte con detalles únicos. La vista desde la habitación es increíble, especialmente al atardecer. Era mágico ver cómo cambia el paisaje mientras escuchábamos el poema de Carlos Páez Vilaró desde el balcón. Sin embargo, la cena en el restaurante fue lenta, lo cual fue decepcionante. Además, el servicio se sentía un poco limitado, la limpieza dejó que desear en algunas áreas comunes. Nos decepcionó que la terraza donde se sirve el desayuno estuviera cerrada para limpieza en un horario que podría haber sido más adecuado. Las instalaciones estaban bien mantenidas y limpias, pero se notaba que el mobiliario estaba un poco desgastado. La piscina solo funcionaba parcialmente y eso afectó un poco nuestra experiencia. A pesar de estos inconvenientes, el lugar en sí es encantador y vale la pena la visita. Definitivamente regresaría, pero espero mejoras en el servicio.

Club Hotel Casapueblo fue una experiencia mágica. La vista al mar es realmente especial, y los atardeceres son inolvidables. Sin embargo, la cena tuvo una demora notable. A pesar de eso, la tranquilidad del lugar y la arquitectura impresionante hicieron que la estancia fuera placentera.

Una experiencia única en un lugar pintoresco

Las vistas desde el hotel son realmente impresionantes, especialmente al atardecer. El restaurante ofrece una experiencia algo limitada pero agradable. No olviden disfrutar del museo de arte. es un verdadero tesoro que vale la pena explorar. Planifiquen con anticipación su check-in para evitar demoras.

Las vistas desde la habitación son impresionantes y el hotel tiene una piscina y un spa perfectos para relajarse. Sin mencionar el gimnasio, ¡perfecto para mantener la línea después de tanto comer!

Los muebles parecen haber sido heredados de abuelita, un poco de renovación no vendría mal.

Los espacios interiores son encantadores con su arquitectura única, y la vista desde la terraza es absolutamente impresionante, perfecta para ver el atardecer. El ambiente es relajante y lleno de arte, lo que lo hace especial.

Faltaron sillas más cómodas en las áreas comunes.